domingo, 24 de octubre de 2010

'Wikileaks' detiene la música

       Termina el baile. El Waka Waka del Mundial de Fútbol da paso al Wiki Wiki, para convertirse en el Wikileaks. Tras esta denominación de sonido aparentemente infantil se halla el mayor quebradero de cabeza para algunos de los gobiernos y grupos de presión más poderosos del planeta. Wikileaks toma su nombre de la unión de los términos wiki (algo así como 'rápido' o 'ágil' en hawaiano), y leaks, 'filtraciones' en inglés.

       Wikileaks no es un medio de comunicación al uso pero consigue que no haya periódico, radio o televisión del mundo que no hable de sus revelaciones. No se imprime en papel. No se paga suscripción. Su página en internet (http://www.wikileaks.org/) es accesible para todo el mundo. No ingresa dinero por publicidad. Lo sostienen donantes, en su mayoría anónimos, que no pueden superar en ningún caso la cifra de 20.000 dólares.

       En toda guerra bailan las cifras porque ya se dijo aquéllo de que la primera víctima de cualquier contienda es siempre la información. Pero en Irak, de momento, sí termina el baile. Seguirán produciéndose atentados, muertos y violaciones de los derechos humanos, pero al menos ahora alguien ha puesto fin a esta danza de la confusión.

       Desde la invasión del país por tropas internacionales capitaneadas por Estados Unidos en primer término y el Reino Unido, en segundo, han fallecido hasta ahora en este país del Golfo Pérsico más de 122.000 personas, es decir, 15.000 más que las admitidas por Estados Unidos y el gobierno iraquí. No dejan de ser cifras frías que ocultan siempre el dolor de cada familia que pierde a un ser querido, pero lo más estremecedor del último informe publicado ayer por Wikileaks no es tanto el número, sino la constatación de que se han ocultado muertes de civiles, en su mayoría víctimas de grupos insurgentes armados, sí, pero también a manos de las tropas estadounidenses que han sido ocultadas por sus gobiernos, no sólo el de George W. Bush, sino también por la actual administración de Barack Obama, crítico con esa guerra.

       Wikileaks detiene la música. Las cifras dejan de bailar en Irak. De momento, porque las muertes continúan y se vislumbran nuevas melodías macabras. Como las que siguen marcando el ritmo de la vida y la muerte en Haití. Oscilan las cifras de afectados y muertos por la epidemia de cólera que se ha detectado en el país caribeño. Su Gobierno teme su rápida extensión por culpa de la falta de agua potable y las condiciones de vida insalubres en las que malviven los supervivientes al terremoto de hace nueve meses, que costó la vida a 250.000 personas. Mientras el cólera se extiende con facilidad, el mundo sigue sin entrar en cólera ante esta situación que se podía evitar y que provocará la muerte de inocentes. Como en Irak.

No hay comentarios:

Publicar un comentario